miércoles, 26 de marzo de 2014

¿HAY VIDA DESPUÉS DEL PARTO?

En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al otro:

-¿Tú crees en la vida después del parto?
- Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.
- ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?
- No lo sé pero seguramente... habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.
- ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.
- Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
- Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
- Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
- ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?
- ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.
- ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.
- Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?... Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella...

Autor desconocido.

lunes, 24 de marzo de 2014

AMO LLORAR


 Amo llorar
Y sentir esa sensación
Que me va llenando y va subiendo
Hasta mi rostro
Para empezar a colmar de lágrimas
Mis ojos,
No sin antes
Acompañarlo con esa chispa excitante
Que da el sentimiento de
Satisfacción y provoca el fluido salino
De mis cavidades oculares.


Amo llorar
Cuando la alegría se combina con nostalgia
Y empiezo a recordar
Caricias divinas
De consuelo y tiempo vivido.


De redención a mi ser perdido
Que una vez encontrado
Volvió para ser nuevamente querido,
Nuevamente esperado,
Nuevamente válido.


Amo llorar
Cuando al inclinarme ante el altar
Empiezas a llenarme
De luz admirable
Y mis extremidades ya no resisten
Y se rinden,
Sin fuerzas para siquiera levantar mi mirada
Y no soporto más,
Sale el sollozo con ímpetu de mis entrañas
Y me vuelco a regar
Mi entorno de gratitud.


Pero no amo llorar
Cuando viene a mí la impotencia
Y la mentirosa soledad que me ronda
Cual capa vicaria,
Para querer cubrirme de recelo
Y de preguntas ambiguas y turbias.


Ya no quiero llorar
Cuando no te tengo,
Sino cuando esta aquí, conmigo
Tú presencia.
Es entonces
Cuando amo llorar.

Juan Vizcarra.